jueves, 19 de diciembre de 2013

Parque Iregua en otoño

Ayer, tras mirar el parte meteorológico y ver que no iba a llover en toda la tarde, decidí conocer el Parque del Iregua antes de que oscureciera.
Así que Nacho y yo nos fuimos hacia allí en dos vehículos diferentes: él trotando, y yo en la bicicleta plegable para ir a su ritmo.
Salimos dirección Logroño, tomando la calle de los Caballeros Templarios, que se encuentra llena de chalets y urbanizaciones. Esta zona de Villamediana ha crecido mucho en los últimos años, debido al encarecimiento del precio de la vivienda en Logroño, con lo cual al estar tan cerca de la capital (sólo 3 kilómetros), ha hecho más asequible el poder tener un chalet al precio de un piso.

En la rotonda del hospital giramos a la derecha, y comenzamos a circular sobre el puente de Villamediana-San Pedro. Este puente es el más largo de La Rioja.Tiene además una escalera de caracol para poder bajar y acceder de esta forma al parque Iregua.

Una vez llegados al parque, sólo quedaba disfrutar de un paseo al aire libre por toda la ribera del Iregua, viendo un parque de otra forma, con las hojas secas cayendo de los árboles y tapando la mayoría de los senderos.
 
El parque pasa al lado de unas construcciones que en un principio pensé eran parte de Logroño, pero sin embargo tienen su historia, y se denominan Puente Madre. Es una población que no llega a los 200 habitantes, pegada al Hospital San Pedro. 

Es cierto que en primavera y en verano se ven los parques con otro esplendor, pero saber disfrutar de estos entornos en cualquier época del año es muy importante. El sonido del agua que te acompaña durante el recorrido es muy agradable, al igual que el de las hojas secas bajo las ruedas de la bicicleta.  No había muchos caminantes, pero sí algún que otro corredor y también ciclistas.
 
Este parque conecta con el parque del Ebro, con lo que se puede disfrutar de la desembocadura del Iregua en un entorno privilegiado, al igual que kilómetros de parque para poder hacer deporte sin tener que meterse dentro de las calles de la ciudad.

ANIMALES SALVAJES

Hace dos años aparecieron unas esculturas obras de un artista anónimo, hechas de juncos y que son difíciles de percibir a simple vista. Hay arañas, lagartos, serpientes, y algún cocodrilo, con los ojos realizados con dos ovillos de lana roja. Nosotros aún no hemos visto ninguno, puede que incluso ya no estén, pero según parece están bastante escondidos, formando parte de la naturaleza. 


Lo bonito de esto es que el próximo día que salgamos, tendremos la oportunidad de ver el parque con otros ojos, con los ojos de los que están a punto de descubrir algo. Y si lo hacemos, os informaremos.



miércoles, 18 de diciembre de 2013

Alrededores de Villamediana

Ayer por la tarde se me presentaban pocas opciones en casa, con lo cual decidí sustituir la televisión (Castle, del que ya echan muchos de los capítulos repetidos) por algo de deporte.
Nacho me había preguntado un par de horas antes si me apetecía montar en bici, y la verdad es que en un principio, con el frío que hacía, no me apetecía demasiado cambiarme de ropa y salir a "la intemperie", pero de repente me cambió el chip, y decidí que había que agradecer el que no lloviera.
Así que abrigándome y bajando a por la bicicleta, nos dispusimos a salir de Villamediana a explorar los alrededores.
No sabía muy bien hacia dónde íbamos a dirigirnos. En un principio ni siquiera sabía si íbamos a ir por carretera o por el contrario tomar caminos, o sendas. Para ser la primera vez en muchos meses en que me decidía a montar en bicicleta, no quería tampoco arrepentirme el primer día y volver a dejarla en el trastero otros tantos meses.
Nos decidimos por una serie de caminos semiasfaltados que rodeaban el lado este de Villamediana, tomando en un principio los que nos llevarían hacia Murillo del Río Leza, pero al estar a falta de poco tiempo para la puesta de sol, nos dimos la vuelta antes de llegar a ese pueblo.

Al terminar la carretera asfaltada nos metimos por caminos bastante fáciles, en los que de vez en cuando nos esperaba una subida algo exigente. Para alguien como yo, que llevaba tanto tiempo sin hacer ese tipo de esfuerzo, la primera subida se me hizo demasiado larga y tuve que parar faltándome 20 metros para el final de la misma, teniendo que subir haciendo "intermitencia", o dicho de otra forma, con la bici en la mano.

Llegados al final de una intersección, y debido a la posibilidad de que nos oscureciera antes de volver, nos decidimos por realizar la ruta circular sin llegar a Murillo de Río Leza.
En un trecho, Nacho decidió enseñarme cómo se realizaba un descenso por camino de gravilla (aunque yo veía pedruscos por todas partes), y poco a poco fui venciendo el miedo a caerme y comencé a disfrutar del placer de estar sobre la mountain bike.
Nos cruzamos con un coche de policía que estaba amonestando a una vecina por llevar los perros sueltos (no conozco muy bien la legislación acerca de cómo llevar a esos animales por vías públicas sin asfaltar, pero según parece no estaba haciendo algo correctamente. Más adelante también nos cruzamos con otros ciclistas, en grupeta, que disfrutaban del mismo camino pero en sentido contrario.
Y terminamos con una subida en la que regulé muy bien, y terminé sin tener que hacer de nuevo la "intermitencia", con lo cual fue una subida de autoestima.


Justo antes de llegar de nuevo a Villamediana, por la zona de las bodegas, encontramos una señalización algo incongruente de paso de ferrocarril, debido a que allí no pasa ningún tren y no han existido vías para ese cometido. Supongo que seguramente algún paisano puede haberlas colocado para realizar la limitación de su parcela.

Llegamos a Villamediana, y aún no había anochecido; por lo tanto, ruta más o menos fácil, de "verano azul" para Nacho, de piedrecillas cabroncetas para mí. Con lo cual, ruta corta pero para mí bonita.

¡¡Hasta la próxima!!



domingo, 15 de diciembre de 2013

Fiesta del cerdo asado en Albelda de Iregua

Esta mañana de domingo ha amanecido con un sol espectacular. Nada más asomarme a la terraza he pensado: ¿qué puedo hacer para poder aprovechar la mañana a fondo? No puedo sólo disfrutarlo, sino compartir estos gratos momentos con mis compañeros.

 (Vistas de Logroño desde Villamediana de Iregua)

Así que he hablado con Diana, que me ha invitado a tomar el vermú en Albelda de Iregua, donde hoy se llevaba a cabo una degustación de cerdo asado en la plaza del pueblo.
Cuál ha sido mi sorpresa al ver que además de la degustación, habían montado un mercadillo donde se realizaba la venta de todo tipo de productos artesanales: desde unas rosquillas hasta unas muñecas realizadas con goma Eva.

Tras las presentaciones de amigas de Diana, nos hemos encontrado una mesa en la plaza donde daba el sol. Esto es una maravilla ya que nos encontramos casi en invierno.
(La cola de gente daba casi la vuelta alrededor de la plaza)

Tras tomarnos unos aperitivos, nos hemos acercado a ver los cerdos que habían asado en el pueblo para la ocasión, y para los que la gente del pueblo guardaba colas de más de una hora.


Por un ticket de 2,50 euros se podía degustar cerdo asado, con pan y con una jarrita de vino de Bodega. En nuestro caso, tal y como dije antes, hemos tirado por los aperitivos de los bares de la plaza, también muy recomendables.
Y para finalizar, una vez que han desmontado todos los "chiringuitos" y la gente se ha recogido en sus casas, tres de nosotras, Mari Jose, Diana y yo, nos hemos acercado a la cafetería "El Olivar", donde, mientras degustábamos un cafetito, hemos podido admirar esta bellísima puesta de sol.

Gracias a Diana y sus amigas, he podido aprovechar con muchísima alegría esta jornada de domingo.