El domingo 16 de febrero nos reunimos unos cuantos compañeros de amistad y ocio para realizar una nueva ruta de senderismo. En un principio no teníamos mucha idea acerca de qué ruta elegir, pero viendo el día tan bueno que se presentaba, terminamos decidiéndonos por ir al León dormido. Parece que es la única ruta que realizo, ya que en el transcurso de tres meses es la tercera vez que la hago, pero lo bonito de esta ruta es que al cambiar de gente con la que se camina, se cambia también el modo de ver los paisajes, y siempre se aprende algo nuevo.
Como nos juntamos seis personas, tuvimos que subir en dos coches. Yo me perdí un par de veces, Ángel luego decidió que parásemos un momento en Meano, ya que son muy famosos los preñaos de allí, pero a la hora en que fuimos a comprarlos ya habían vendido todos, así que nos quedamos con las ganas (para la próxima vez será).
En Lapoblación decidimos hacer la ruta que sale en dirección oeste y sube por la cara norte de la montaña, para terminar bajando por la cara sur.
La subida fue muy tranquila, rodeados de naturaleza, y sobre todo de un montón de hojas caídas que semejan al otoño. Ningún problema en el área más "peligrosa" que tiene una línea de vida para poder cruzar; tampoco lo hubo en todo el camino ya que llevaba varios días sin llover y no había riesgo de escurrirse ni pisar lodazales.
En la cumbre, disfrutamos de unas vistas espectaculares ya que las pocas nubes que estaban cerca se habían desplazado hacia el este, dejando la lluvia para otra ocasión.
Vistas desde la cima. Cresta donde también se puede realizar otra ruta, que tenemos pendiente.
En un rincón nos encontramos el recuerdo de las navidades; este belén semiescondido entre las rocas, con unas hojas de muérdago de plástico, nos hizo rememorar la cantidad de gente que puede dejar su huella en la montaña.
La bajada por la cara sur en un principio se hizo algo complicada, ya que había bastante roca desprendida y se corría el riesgo de resbalar con alguna y caer de culo, pero una vez pasado ese tramo, volvimos al pueblo.
Ya que habíamos viajado para pasar toda la mañana y tardamos tan poco en realizar esta ruta, decidimos hacer una segunda, llamada vuelta a Lapoblación. Esta ruta discurre alrededor de la montaña, siendo de dificultad baja, y su duración es inferior a las dos horas.
Iniciamos la ruta por el lado este, hasta encontrarnos con una bifurcación donde no había ninguna indicación acerca de cuál era la ruta a seguir. En ese momento decidimos tomar el desvío de la izquierda, internándonos en una gran aventura donde cruzamos por un hayedo que dentro de un par de meses comenzará a dar una imagen mucho más espectacular que la actual.
En uno de los senderos nos desorientamos debido a que la bifurcación tenía estaba bloqueada por un tronco caído, y nos fuimos por un camino sin salida subiendo por la ladera sur; de este modo tuvimos que dar la vuelta hasta que volvimos a ver el sendero adecuado, con lo que nos salió más tiempo de lo normal en recorrer la zona. Así que decidimos hacer, a unos 15 minutos de terminar la ruta, un alto en el camino para terminar con las provisiones que nos quedaban.
Y continuamos hacia el punto de partida, ya que la ruta era circular, para llegar a los coches y volver a casa con la sensación de una mañana muy bien aprovechada.
¡¡Saludos!!
Gema











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